El Diario de una Fulana

Nos abracé muy fuerte,  sin saber que sería la última vez, que ingenua, pensé que si me aferraba fuerte no nos soltaríamos más.  Pero la tempestad vino para llevarse todo, todo lo que teníamos, eramos y que pensábamos sería eterno.  Así es la vida, te da y te quita, y yo me sentía tan fuerte, pero ya no lo fui más, te solté porque me soltaste, te quisiste ir, tu fe era grande pero te entregaste.  Nos soltaste, nos apartaste y ya a tu lado no pudimos estar , en ese último aliento tuyo, no te pude agarrar, caíste profundo y ya no te pude alcanzar. Dispara, dispara, ya muerto estoy, mi alma cansada está, qué más da, no me duele ya, porque no siento nada, muda quedó mi lengua, no canta más.

Pensándolo  bien no fue tu culpa sentirme mal amada. En este recorrido que me tocó sin ti, luego de perderte inesperadamente, he podido entender muchas situaciones y sentimientos que viví contigo y que me hacían sentir no correspondida. Comprendí que te responsabilice de mi felicidad y de sentirme amada, si, por un lado es evidente que no me amabas como yo quería ser amada, esa es otra historia, pero aprendí que soy responsable de mi felicidad y que si no me satisface nada, me toca a mí buscar sentirme bien. Las circunstancias me llevaron a reflexionar que no me amé lo suficiente para alejarme desde ese primer momento en el que me sentí humillada por tus comentarios insanos, críticas destructivas, maltrato psicológico, emocional, tu ceguera ante el maltrato de tu familia y el odio desmedido de todos ellos. Me amé un poco más y ahora entiendo lo que valgo, conozco mis límites, y sé que dejé que sucedieran cosas que no estaban bien, por mí falta de amor propio y un poco de de

Mientras el rayo de luz se hacía ver por la ventana de la habitación, las gotas de rocio que caen del árbol alimentaban la planta en el envase improvisado que crecía y crecía, se sentía el aroma del café recién colado, se podía oir la cucharita revolviendo los granos de azúcar en la taza. La brisa soplaba suave y batía la cortina dejando sentir el aroma a pasto mojado, se escuchaba el trinar de los pajaritos que nos visitaban para desayunar, luego ese glorioso momento de soplar el café para darle ese primer sorbo, que marcaba el inicio del día. Cada cuanto mi mente se va a ese instante, tan efímero, típico y rutinario, asi me encuentro cada tanto, rememorando aquella normalidad que extraño, parece que fue en otra vida.

No sigo permitiendo que me sigan haciendo sentir avergonzada por mi cuerpo, por mi talla y por cómo me veo. Y más aún, no me hablaré a mi misma de forma negativa en torno a mi figura. Seré más bondadosa conmigo misma. No seguiré evitando espejos No seguiré sintiendo que debo perder peso para ser hermosa y atractiva. Ya no pensaré al verme al espejo que debo rebajar, que se me ve mucho la panza y que debo vestir de negro para "disimular" los rollos. No haré caso a las críticas destructivas de los que me señalan por no encajar en su visión de cómo debería verme. A partir de hoy apago las voces internas que me llenan de inseguridad y tristeza por mi peso y figura. A partir de hoy silenciare las voces externas que me gritan que debo adelgazar, o si pierdo algunos gramos me dicen " que bien te ves, ¿perdiste peso?". Ya no más, ya no seguiré luchando con lo que soy, estoy sana y eso es lo importante. Me gusto como soy.

Aprendí a vivir conteniendo el aire constantemente. Se me dificulta tomar una bocanada de aire y soltarlo. Me di cuenta que vivo con el pecho apretado, como si una gran roca estuviera encima de mi todo el tiempo. Camino con un saco inmenso a cuestas. Tristemente, aprendí a vivir así, pesada, cansada, incómoda, triste. Con sinceridad , sé fingir mi sonrisa tan bien, que nadie se ha dado cuenta lo rota que estoy por dentro.

  Todos tenemos nuestros demonios viviendo bajo nuestro piel Todos tenemos razones que justifican la manera en la que vivimos Todos tenemos opciones que tomar para cambiar Todos tenemos un lado malo y un lado bueno, cada día decidimos en cual vivir Todos tenemos un ángel que nos mira, pero nos segamos ante la realidad Todos tenemos demonios

  Imagen:JOANNA MORA www.morivati.com Lo que está diciendo mí corazón de ti “Mi sangre hierve de pasión porque tu dedos pasen la noche con mí cuerpo” Como a un desconocido mis ojos te miraron, no hicieron mucho esfuerzo en apartarse, la verdad, querían. Como pasos de trote, mi corazón hacía, sin saber que más tarde perdería la batalla por mantener la calma. No fueron mis sentidos, ni mi razón los guías de ese viaje sin retorno, ni la cordura mi compañera. Fue mí instinto desorientado quien dictó las palabras de aquel discurso absurdo, fue la locura quien actuó. Mí ser entero, poco a poco, fue cediendo el terreno para que tú lo abonaras, sin razonamiento, ni medida. Te hice mi mejor opción sin que el tiempo se interpusiera, decidí quedarme a tu lado pasara lo que pasara, mi sentido común se hizo a un lado por miedo a alejarte. A pesar de mil tropiezos, me senté a esperar siempre un cambio, y aunque no llegó como quise, quise continuar c

Hay circunstancias de la vida que te hacen sentir que no puedes más, que diste todo lo que podías y tenías y aún así no fue suficiente y empezaste a caer y a caer. Probablemente pienses que no das más, que tú tú vida no tiene sentido ni dirección, pero déjame decirte que siempre hay una salida, aunque no sea la esperada, aunque sea dolorosa, siempre hay una solución y si no, cómo dicen, entonces no es el fin. En ese fondo oscuro en el que estás, prueba mirarte con amabilidad, trátate con más compasión porque tú eres tu propio salvavida, eres tu propio amor, tú felicidad, tú vía a casa, eres tú hogar. Poder mirarte con amor es un paso inmenso hacia la superación, hacía ese vuelo a la superficie, porque es tu regreso a ti lo que te da la calma que tú alma necesita, solo tienes que querer e intentar. Abraza tu dolor y estarás haciendo las pases con tus demonios, esos que siempre estarán pero no te dominarán, así que anda, amate y valorate.

Y respiro el aire que dejó tu ausencia Recuesto mi cabeza en la almohada que aun huele a ti Vivo en el espacio infinito que hay entre tu boca y la mía A veces puedo acariciar tu cabello que la brisa se va llevando Cuando quiero verte solo tengo que cerrar  mis ojos Y ahí estás, ahí en la mirada perdida y en el vacío de mis brazos Mi brillo es porque cuando hablo de ti se ilumina mi rostro Eres y serás los tres puntos suspensivos en mi verso

Y la vida me dijo: "¿Hasta cuándo vas a caer? Tienes que tocar fondo porque ahí no tendrás más opción que subir" yo, ingenuamente le dije : "estoy esperando que me digas tú cuál es el fondo, se supone que me enseñas cuál es el punto más bajo al que debo llegar y sentirme tan mal y desorientada que busque si o si una salida, la subida.... quiero llegar al fondo, tocarlo y comprobar que después solo queda subir". Pero la vida me volvió a abofetear la realidad en la cara:  "tú eres quien decide cuál es el fondo, hasta dónde vas a llegar, hasta dónde te permites caer, cuando decidas que ha sido suficiente vas a tocar ese fondo que tú misma debes poner, solo ahí, podrás subir... debes subir" , exclamó. Ahí supe que nadie viene al rescate, eres tú rescate, eres tú fondo y tú subida, la vida es así...

Del más escondido rincón de mi cabeza cada día voy rescatando recuerdos y memorias, voy juntando las piezas, ya calmada pensando en frío lo que sufrí, lo que hice y dije... No es revolver lo pasado, es aprender de aquello que hizo tanto daño para no repetir. Pensar desde afuera de esa tormenta pude darme cuenta que estuve en una relación bastante tóxica, dañina, a tal punto que no queda nada , solo malos recuerdos, pocos buenos, lamento mucho haber sido tan terca, pero al mismo tiempo agradezco porque me han hecho un poco más sabía y precavida Tengo puntos y límites bien claros, que ahora sé debo marcar desde el principio. Además puedo encender alarmas cuando estoy en peligro! Estoy aprendiendo a tratarme con  cariño, con gentileza y así sé cómo quiero que me traten los demás, sé qué merezco y ahora sé lo que puedo y quiero tolerar  y lo que no. Ahora sé los límites sanos para no caer en maltratos ni situaciones que me hagan sentir mal.

Muchas veces nos sentimos perdidos, como si no tuviéramos un norte fijo a donde ir. Y esa sensación de vagar, a muchos nos baja el ánimo. Creo que el ser humano debe tener un objetivo claro por el cual levantarse de la cama, sentirse vivo, alegre, no quiere decir que releguemos el motivo de felicidad a "algo" sino darle sentido a los días y motivarnos a seguir, más aún cuando no estamos en los mejores momentos. Mucho tiempo pasé buscando y buscando ese "para qué" soy buena, en lo que me destaco, eso que hago feliz y sin sentir que es un "trabajo" . Me deprimía pensar que no era buena para algo, veía como muchas personas a mi al rededor parecían tenerlo tan claro y sus vidas lucían tan perfectas por eso. Pero descubrí que ninguna vida es perfecta y a pesar de tener mucho, sobre todo saber a qué dedicarse porque les gusta y son buenos, la misma vida te presenta sus lados menos bonitos. Además, pude constatar que el que busca con empeño sin desistir

Esperé casi paciente bajo la tormenta para ver el arcoiris que nunca llegó. Estuve frente a frente con los demonios que amenazaban con quitarme el mundo como lo conocía. Caminé sobre carbones encendidos en fuego para llegar a ti. Con vendas en los ojos caminé por un precipicio hasta caer. Viví en con el aliento sostenido de no saber qué pasaría luego. Aguanté los rugidos de leonas ambrientas solo para poder estar contigo. Con el corazón hecho pedazos seguí amándote. Con los ojos empapados en lágrimas te vi partir. Tuve que aprender a hacer todo sin ti. Tuve que aprender a explicarle a ella porqué no te vería más. Me acostumbré a tomarme el café de la mañana sin ti. A dormir sin ti. Y tuve que seguir...

"Y al final te das cuenta que ningún amor te mata sin tu voluntad. Y ningún amor puede ser más grande que el que tienes por ti mism@. Y sí te dejan, sí dejas, sí lloras por un desamor, porque se perdió, te perdió, se fue o te fuiste, no mueres, mueres porque te dejaste morir"

Sí miras bien en mis ojos te darías cuenta que hace rato me fui. Soy una ausente en mi presencia que ahogada en mis miserias vago perdida por este camino terrenal. Sin vida sin aire sin sueños... Sí miras más de cerca podrías ver las grietas secas de mi alma, donde yace un dolor profundo por no conocerme. Soy una veleta que se mueve por el viento pero sin norte, sin dirección ni propósito. Soy un alga que revolcada por una ola está hecha trizas y flotando sin dirección. No sé a dónde voy, qué quiero y quién soy quiero saberlo, me quiero encontrar, me quiero conocer, sí hay algo en lo alto le pido me ayude, me mande una señal. No sé en qué momento me perdí, no sé qué pasó. Pero sí miras bien dentro de mi, no sólo verás heridas, heridas profundas, si no unas ganas de encontrarme, de saberme, de quererme! Al cielo le pido una señal, que me envíe una pista para saber dónde arrancar este viaje de regreso a la superficie.

La gota que derramó el vaso fue la misma que te llevó a romperte y resquebrajar todo esquema. Esa misma gota que produjo tanto dolor te trajo una sensación de nada, de vacío. Una especie de alivio porque estuviste presionada y de pronto ya no!  Querías desprenderte, así fuese a la fuerza, de un peso bastante heavy que no te dejaba avanzar más. Pero hay algo que no está bien, ni te sientes totalmente libre, sabes que siempre ha sido así, lo sabes y lo haz sentido ... Te quitaron ese peso de la ecuación, pensabas que se iría ese sentimiento, pero no, es peor porque no todo es elementos externos que te presionen, es algo dentro de ti y lo peor, NO SABES QUÉ ES!!! Tiendes a sentir que mereces sufrir A pensar: qué tan mal he hecho en mí vida? Porqué te ha tocado este camino y al mismo tiempo te atropellas los pensamientos tratando de entender cómo llegaste hasta este punto y cómo puede salir de ahí. No sabes cómo ni qué hacer. Te ahogan los pensamientos y te tensan cada vez

Y busco en el mar que tienen tus ojos una excusa para quedarme Me inundan el alma las lágrimas de esos días oscuros Tu nombre es un eco lejano que retumba en mis oídos Vivo anhelando soñar contigo y que tus palabras como agua calmen mi sed Que sean mí brújula a través del oscuro bosque Pero sé que ya no me puedes oír o ver Mis pies ahora reposan tranquilos en un puerto diferente El viento se lleva lentamente las cenizas de aquel fuego que dejaste encendido Y ahora solo recuerdo en paz aquella guerra de la que salí a gatas Las sombras se desvanecen desde que la lluvia se llevó tus recuerdos tristes.

Un abrazo, estrechar las manos, una mirada, acariciar el cabello, besos y te amos, cosas simples que llenan el alma con tanta potencia que ni el corazón más roto se puede resistir. Poderes que tenemos para sanar las heridas más profundas y cambiar miradas tristes por esperanza y paz. Y más potente es cuando esto lo conseguimos en nuestra familia. Nada más sanador que recibir amor de tus padres,  hermanos, abuelos, hijos, tíos, primos y sobrinos. Sumándole a esto, las circunstancias en las que vivimos, lejos de casa, durmiendo a cientos de kilómetros, el alma clama por el abrazo de esa persona con la que creciste y viviste muchos años, esa persona que tal vez, te conoce más de lo que crees, que te ama sin importar qué, sin saber de razones, solo sentir. Con el tiempo aprendes a valorar a las personas que no tienes cerca, que por diferentes razones viven muy lejos de casa, cuando por fin pueden estar juntas, hasta el más mínimo detalle se atesora con el corazón porque recuer

La lágrima que se esconde en su sonrisa fingida es esa que ahoga el montón de penas que siente. Esa lágrima es el resultado del dolor que acumuló por años y contiene memorias de culpa, indecisión y rencor. En su interior yace dormida una criatura hermosa que perdió su batalla por salir. Su nombre está escrito sobre piedras porque fue creada para triunfar, no para ser olvidada, pero ella no lo sabe. Por mucho tiempo le hicieron creer que no valía nada y mejor darse por vencida porque ningún esfuerzo le daría la victoria. El grito desesperado de sus penas ahogadas por el desgano, ya sin fuerzas no logran levantarla del suelo. Es que prefiere seguir con su alegría actuada caminando muerta en vida.