Comunicación, parejas y tiempo
Muchas batallas ganaríamos si tan solo dijéramos con medida lo que pensamos, no lastimaríamos tanto, lanzando con fusil una opinión, creando un hoyo incurable, para siempre. Si es que tanto amas a esa persona, es hora de aprender a expresarte. Es momento de hacer un examen de conciencia y no escatimar en esfuerzo para evitar incurrir en es error, a veces fatal, DECIR ALGO SIN PENSAR. Ese momento amargo donde no acabas de terminar la oración y ya te sientes arrepentido porque sabes, tú conciencia sabe que no está bien, que la otra persona ha recibido una bofetada de palabras, y TÚ sabes que NO la merece. Entonces viene “Discúlpame, no debí decir esto”, “es solo que estaba demasiado molesto (a)” sí, es de sabios perdonar, de valientes aceptar los errores cometidos, pero… ¿si te diera que hay forma de dejar de pedir perdón doscientas veces por lo mismo? Hay maneras de expresar aquello que necesitas decir sin dañar, hay maneras de emitir opiniones, incluso no tan buenas de alguie