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Mostrando entradas de mayo, 2010

¡Todo pasa!

Rumbo a la excelencia (Artículo tomado de la Revista Paréntesis del Diario el Carabobeño el día 30 de Mayo de 2010) Amancio E. Ojeda Saavedra Desde la contemplación del paisaje que arroja mi ventana, puedo ver el cerro que días atrás se estaba consumiendo por las llamas, hoy luce un verdor radiante que expresa salud y vigorosidad. Extrañaba esa imagen que en cierto modo ha servido como inspiración de muchos de mis artículos. Cuando lo comencé a contemplar, expresé en voz alta: ¡Todo pasa! Acto seguido vinieron a mí muchos de los amargos momentos con los que la vida me ha puesto a prueba, y que hoy son parte de mi historia, tomando el valor de haberme ayudado a forjarme como el ser humano que hoy soy. Mi reflexión anterior no es novedosa ni exclusiva, es común y aplicable a todos los hombres y mujeres que hacemos vida en este espacio terrenal. Mi interés sobre esa reflexión está referida a la grandeza de la vida, de darnos la oportunidad de construirnos en lo bueno y en lo desafiante, y

La madrugada va

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"y en la sombra de la luna me quedo yo, esperando por tu amor que me sacie de pasión" Isabel Rivas La madrugada silenciosa, irradia fantasías, llama a gritos al sol, se despide de la luna y derrama esperanzas sobre quienes aun, en el filo de los sueños, quieren abrir sus ojos y vivir las horas que quedan. Yo, ahí, así, como quien no busca mucho, esperando que el reloj apunte el tiempo estimado para salir y caminar en el suelo fértil de mis ilusiones. Ahí, así, como quien no quiere la cosa, soplando la vela de mi embarcación que se dispara a un viaje infinito por la imaginación. Ahí, así, inquieta pero pacienzuda, detuve el viento en mis brazos para ahogar mi preocupación, contuve un poco de agua en mis manos y enjuague mis lágrimas tristes para dar paso a las felices, que vienen con un saquito de sonrisas. Ahí, así, entendiendo la madrugada, como un montón de horas despiertas esperando que los cansados descansen y los despiertos

Acerca del aprendizaje

“ Cuán vano es sentarse a escribir cuando aún no te has levantado para vivir.” Henry David Thoreau Estuve sentada en un rincón visible, mientras tomaba mi café, supuse que vendrías a la hora correcta para advertirme acerca de aquellas cosas que debía saber. A tu llegada, entendí que este viaje no sería tan a la ligera, que debía empacar tanta cordura, como pudiera para aguantar las desavenencias y quedar en pie, y además vestirme de discernimiento para enfrentar las situaciones confusas. A penas escuche tu voz, con ese tono voluble y medio desorientado, supe que venías en son de paz, pero que mis alertas debían estar al máximo de atención pues lo que me venía no sería fácil de llevar. Pero ahí estaba, dispuesta a escucharte y a librar cualquier batalla, porque tú crecerías en el camino, y ya no sería necesario esconderme y temer. Gracias de antemano. Me contabas del tiempo, que pasa, corre y se adelanta como si no le importara lo que deja atrás, ni lo que tiene e

¿Imaginas pasar 12 HORAS haciendo una cola?

Y que al final no te den lo que esperabas porque no dio TIEMPO.. . Seguramente, los que lean las siguientes líneas, sean muchos o pocos, (seguro más pocos, poquitos, que muchos) se sentirán IDENTIFICADOS, pues sé, que todo Venezolano ha pasado por esta situación, por lo menos UNA vez en su vida. Hace un año perdí la cita para sacar el pasaporte, que además la pidió un "Gestor", así que me aventuré en este viaje, que lamentablemente para mí, aun no termina. Tuve que introducir una carta en la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (ONIDEX) solicitando cambio de clave en su página Web: www.saime.com.ve Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), en la cual, debía registrarme y optar por una fecha para entregar la documentación. Ya estando registrada, solicité de nuevo una cita, sin embargo no fue tan sencillo, al cabo de cuatro meses sin obtener resultado, volví a las oficinas de la ONIDEX para exponer mi caso, introduje nuevamente otro