La verdad libera
Es esta sensación de vacío que me lleva a escribirte. ¿¿Dónde estás?? Quién te tiene? ¿Cómo encontrarte? ¿Llevas puesto un antifaz de colores?, si eso creí, uno a prueba de tontos, tontos como yo que creí tenerte… y ahora no se. Soy un ser engañado, atravesado por una bala fría que atormentó mi silencio en aquella habitación oscura y tenebrosa.
Pero fue allí donde te encontré, no por primera vez, te he conocido antes, créeme que si. En la mirada de un niño juguetón, en las palabras de un familiar, en las notas de aquella melodía sincera que me hizo llorar y en el “Si acepto” que estoy por pronunciar. En esa hora, bendita hora que nunca creí pasar, descubrí lo importante que eres, aclamé por ayuda divina y se que me asistió, pero algo me esperaba aprender de ese acto vil.
Una llama quemó mi pecho cuando mis oídos fueron testigos de aquel odio impartido. Pero no importó, porque te tenía allí, conmigo, si tu, tu sabes quien eres… Imprescindible como siempre.
Es que es tan difícil hallarte, no todos pueden tenerte, eres literalmente un tesoro, un diamante en bruto, sigiloso pero vivaz. Se que tienes muchos enemigos, la hipocresía te acecha, las mentiras y el chisme te rodean siempre, pero yo, un hombre de bien acepto el reto de serte fiel, a pesar de aquellos acompañantes que intentan desviarme.
Es cierto aquel dicho: “Eres dueño de lo callas y esclavo de lo que dices” y me declaro dueña, pues fui yo quien callo para no agravar, para no herir, aunque yo fui brutalmente herida sin razón, hay una siembra de odio a mi nombre, no nací con ella, la única culpa que tengo es haber escogido a esa persona especial, a quien le diré “Si, acepto”.
Eres tu, VERDAD, divino tesoro, a quien siempre busco y te encuentro, VERDAD, de quien soy “dueña”, que todos te quieren y merecen, pero no eres tan fácil, es más sencillo perderte que encontrarte. Verdad, palabra que según muchos su significado abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad en general. La verdad, antídoto contra toda incertidumbre, camino que lleva a encontrarse.
La verdad, nos hace libres, libres para decidir, para sanar, libres para contagiar a otros de alegría, libres de culpa, libres de odio, rencor, decidia, amargura. La verdad nos hará libres, si, una vez alguien me dijo que los dichos existen porque alguien no se "peló", y estoy de acuerdo; porque ahora me siento libre, soy libre.
Es la verdad la que encontré en aquella hora oscura, donde pedí ayuda divina, aquel momento de odio, rencor y maldad que viví y superé, porque te tenía a mi lado, tu fuiste mi escudo, mi fortaleza, podría decir que fuiste “ENVIADA DE DIOS”, mi compañera de lucha, al fin juntas.
Se que me queda mucho camino por recorrer, acepto mi culpa, combato día a día con mis demonios, y se que lo he superado, poco a poco seré mejor, para mi, para mi familia, amigos y para mi amor. También se, que no tengo miedo, porque no soy perfecta, y aprendo algo nuevo cada día, esto fue “A lesson learned”.
“Para todos aquellos que la buscan, sean sinceros
con ustedes mismos y con los demás,
sean portadores de bien y caridad, así serán libres.”
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