Solo queda NADA...

De tu mirada solo queda un recuerdo

De tu voz, solo un anhelo

De tu calidez, solo queda la sensación

De aquellos planes, solo queda, nada

De los momentos vividos, ahora solo son fotos colgadas de una pared
Del amor que quemaba, solo quedan las cenizas
De esta guerra, sobrevivieron solo el odio y el rencor

Las risas infinitas, los besos de ternura, las largas conversaciones, el compromiso de corazón, la lealtad de guerreros, la compañía entrañable, el respaldo seguro, “los te amo” dichos con la mirada, las canciones, los sonidos, los olores y la vida, la vida que ya no es. De eso, solo queda NADA.

En mí solo quedan pedazos de lo que fui y un gran hueco en el alma
En mí, solo hay desesperanza, desilusión, dolor y si, rencor...
En mí solo hay miedo, incertidumbre y una gran incógnita: ¿Esto fue amor?

No sé quién eres, no sé realmente si te conocí...lo que este monstro me dejó ver fue que cada quien haló para su lado, lo que le convenía a cada uno...

Esta batalla era al azar, pensaba que me estaba enfrentando a un solo monstro, pero surgió otro muy diferente, más veloz, más ágil, más poderoso, mejor entrenado, tiene tantas cabezas como vidas y para derrotarlo se necesita más que agilidad, más que amor, más que querer...