Perdido

¿Cómo te das cuenta que estás perdido?
¿En qué parte del mundo estabas cuando te perdiste?
¿Qué hacías cuando perdiste el camino?
¿Qué dejaste de hacer cuándo te perdiste?
¿Qué pasa cuándo el rumbo que llevas te deja sin aliento y en ningún lado?
¿Qué pierdes?
Tal vez el humor, el amor, el camino, la dirección, la ambición, la plenitud, la paciencia, lo material; de pronto volteas y caes en cuenta que los demás se han ido y te ves solo, y vas perdiendo las esperanzas, las ganas, y se agotan los motivos y el ritmo se detiene, hasta la respiración parece desvanecerse. No hay música.
Hay un momento en el tiempo, en tú tiempo, que las agujas del reloj se detienen y todo lo que vuela se cae, todo lo que camina se para, lo que es claro se oscurece, tus pensamientos se revuelven y dejan de tener sentido. Lo conocido deja de serlo, las caras felices parecen tristes y el sol quema, no calienta
Y empiezas a sentirte estancado ahí, donde quedaste, un lugar desconocido y sórdido, donde ni tu alma te alcanza, nadie puede sacarte de ahí, no es un lugar en tu mente, es real, palpable, visible, pero invisible, parece alto, te rodea completo. Y crees que es un nuevo lugar donde vivir, pero hace tiempo que moriste, tu mente voló, tus pies desaparecen, tu lengua se seca, tu alma se esfumó con tus ganas, ya no queda nada, ni razón ni cordura.
No queda nada que buscar, no grites más, no llores más, ya no sirve de nada, porque el sonido no existe en esa tierra de nadie. Tu garganta desgastada y tus lágrimas son recuerdos muertos dentro de tu mundo solitario, no corras, no te escondas, nadie va a encontrarte, nadie te busca; no enciendas fogatas, porque el humo no espanta tus pensamientos hirientes ni culpables.
Aunque quieres salir de entre esas paredes, no hay salida, ahí estás, ahí te quedarás, no amas, no ríes, no esperas, no quieres, no hagas nada. No hay nada que hacer. Duele el sufrimiento, duele la soledad, aunque estés rodeado de muchos, nadie está tan mal como tu, nadie comprende. Solo un golpe de suerte puede al fin, salvarte.
Así que suerte!
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Tiempo sin leerte y me encuentro con este post escrito con algo de mi, de mi sufrimiento de mi soledad, resulta un desahogo de mi alma seca. No se si la suerte sea suficiente para salvarme de ésta vida sin música, lo unico que te puedo decir es que ME ENCANTO!
ResponderEliminarBesitos a Ceci y un abrazo para ti mi I!
Mi G!! gracias a Dios que puedes desahogarte con esto, que bueno que encuentres una salida, aunque momentánea, a lo que vives. No estamos tan solos después de todo... Yo tampoco estoy segura de que la suerte sea todo lo que se necesite para salir de ese hoyo, pero siento que si se necesita un tanto de ella, es una combinación de muchas cosas, pero no se cuál sea...
ResponderEliminarDios te ayude y veas una luz en el camino.
BESOS Y ABRAZOS!! adelante mí G!