Te amé
Y aprendí a amarte de mil maneras, porque de una o dos no fue suficiente. Te amé en los silencios, en las distancias, en los días grises y en los de sol ardiente. Te amé en cada palabra no dicha, en cada mirada perdida en el viento, y hasta en los momentos en que más dolía, te amé sin arrepentimiento. Porque amar no siempre es fácil, es más que un solo intento. Es reconstruir el alma rota, es entregarse por completo.